lunes, 15 de septiembre de 2008

PROCLAMO LA BELLEZA NATIVA

ART. 11 Los pueblos indígenas tienen
derecho a practicar sus ceremonias
religiosas en sus comunidades, en las
zonas arqueológicas del Estado o en
los lugares apropiados para ello, de
acuerdo a las leyes aplicables. Las
autoridades estatales y municipales
coadyuvarán a la realización de dichas
ceremonias.

Ley de Derechos, Cultura y Organización
de los Pueblos Indígenas del Estado
de Campeche.

Tengo el sol del oriente y el crepúsculo del poniente en la ofrenda de mi alma; tengo la serpiente del dolor arrullada en mis manos y el quetzal de la vida suspira en mis ramas celestes.
De mi palabra han abrevado muchos y dejo una estela que será el sacbeh de las nuevas generaciones por donde irán a hacer ofrenda en nuestros centros ceremoniales de Jaina e Xcalumkín al espíritu del sol, el sagrado Hunab Ku: el nombre que está grabado con poesía en el corazón de mi pueblo que va naciendo.
Yo soy el indio, el que amaneció de pronto en esta tierra y liberó de la obsidiana la palabra amor.
Nunca más la oscuridad tendrá aposento en esta tierra sagrada. La claridad y el glifo de jade se ha vuelto a enseñorear de lo que es nuestro.
Suspiren hijos del jaguar, flores de poesía y nardo, chispas del sol sonrientes. El indio blande su pedernal de guerra y proclama a la estrella de la mañana que nunca más la hiel de los batracios incendiará la paloma de nuestro corazón; que nunca más el zángano de otras colmenas levantará su cetro aquí.
Yo soy el indio y tengo el glifo del amor encendido en el árbol de mi espíritu dando frutos de versos y más versos que hacen bien a nuestro Dios.
Proclamo la belleza nativa, el símbolo de la serpiente y la furia del jaguar, porque de ellos estoy hecho, y mi emblema es la pluma que escribe en cada sentimiento la palabra más sagrada: el amor.

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