sábado, 22 de noviembre de 2008

DR. ARMANDO TORAYA LOPE



Tiene la efigie de Don Quijote y el alma de un guerrero prehispánico, espigado como los árboles nativos que se yerguen pétreos con su follaje como pintados a pincelazos firmes y rígidos. El tiempo se hace a un lado para verlo pasar y si existieran los demonios se alejan como deslumbrados. Carga su maletín de cuero viejo donde van su estetoscopio, las palitas de madera para bajar la lengua y acechar bien la garganta, el termómetro y algunos medicamentos, como si fueran su báculo de poder diciendo: “Déjenme cumplir con mi encomienda”.

Se yergue altivo con su guayabera blanca y sus cabellos plateados, nadie se atrevería a tocarlo porque es un símbolo de la virtud humana. Su único propósito en la vida es el amor y la bondad que no pide nada, simplemente quiere dar y dar de sí y ser incienso proclamando: “Nadie toque a los niños, ¡aplácate enfermedad!”.

Ya más de cerca tiene un rostro pintado por la serenidad, emana paz, respeto, sentimiento de alcanzar la cumbre, oleaje tranquilo de playa al amanecer. Carraspea de cuando en cuando, porque es la ceniza del dolor vítreo, que ya no existe, de lo que fue la batalla de su espíritu, es el recuerdo de la hoguera del alma que a todos nos queda de distinta manera.

Su consultorio todo el tiempo está lleno con personas de todas las edades, cuando hay cambios bruscos de temperatura los niños lo llenan con su tos, algunos vomitan su leche, otros lloran, pero el doctor Toraya implacable le dice a la enfermedad: “¡Quítate, tuerce tus caminos y desaparece!”.

Durante 55 años se ha consagrado a sanar las dolencias de nuestra gente, quizás no hay muchos que no hayan pasado por sus manos y su sabiduría médica, generaciones y generaciones han superado su batalla contra las enfermedades bajo su atento cuidado. Cobra una consulta simbólica y visita a sus pacientes más necesitados por las tardes. Es el símbolo del vigor férreo que caracteriza a nuestros personajes ilustres de Hecelchakan.

Trabajó muchos años en el área de salud de la Normal Rural “Justo Sierra Méndez”, desde siempre aportó sus conocimientos en el Centro de Salud de nuestra ciudad que hoy lleva su nombre. Posterior a su jubilación continuó como hasta ahora en su consultorio particular desarraigando enfermedades y dejando en armonía los organismos lacerados por las dolencias.

Es un ejemplo del trabajo constante y disciplinado y del humanismo arrebatado a la adversidad con lucha fragorosa y el llamado de una fuerza superior que dice: “Ven, elegido por la furia de los dioses”. Una medalla de oro o un pergamino con firmas de deslumbrantes poderosos serían un honor para los hombres distinguidos de Campeche y de Ciudad del Carmen, nuestros hombres ilustres ya están pagados por el espíritu del amor y la grandeza del pensamiento puro.

Un premio dignifica a quien lo otorga, porque el que lo recibe es digno y la dignidad no se compra ni lo da un puesto público ni la sombra del manto del poder, La dignidad es la luz arrebatada a la furia de las deidades nocturnas, es el amor arrebatado a la vileza y el que lo ha hecho lo sabe.

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Campeche dará un ejemplo de dignidad al otorgar el premio “José María Morelos y Pavón”, que honra a una persona distinguida en la realización de acciones humanitarias o promoción de los derechos humanos en la Entidad.

A iniciativa del presidente municipal de Hecelchakan, José Luis Montero Rosado, el cabildo en pleno hizo la propuesta a esta institución de derechos humanos para que el doctor Armando Toraya Lope sea candidato a recibir el premio antes mencionado, el fallo se dará en el mes de diciembre en una fecha por confirmar.

La medicina son órganos, sangre, psiquis y química de medicamentos, pero también es el pensamiento que descifra los caprichos de la enfermedad. El doctor Armando Toraya Lope es uno de nuestros hombres ilustres que a diario transforma el letargo en optimismo, y la oscuridad de la mansión de los virus en el amanecer de nuestros anhelos de alcanzar los ideales, los sueños y el amor perpetuo. Es un varón que nos honra a los hecelchakanenses

EL HANAL PIXÀN




El Hanal Pixán o “Comida de las almas” es una conmemoración ancestral que sigue vivo en el corazón de nuestro pueblo, late con su esencia original de honrar la presencia de nuestros muertos. En la cosmovisión maya la muerte se identifica con lo más profundo del invierno, por ese motivo, estoy seguro, que originalmente esta conmemoración se realizaba en el solsticio del invierno como una forma de reconocer que la muerte ha desaparecido de nuestras vidas y la felicidad celeste y la alegría persisten vivos en nuestro espíritu.


El hoyo que se escarba para hacer el horno de los pibipollos se identifica con el inframundo donde todos los guerreros luchan con su espíritu contra Ah Puch, el Dios de la Muerte, para vencerlo y arrebatarle el amor que engrandece nuestra vida. Así es como ya terminado el pibipollo sale del hoyo triunfante, y altivo para hacer ofrenda al Dios Solar, Hunab Ku, nuestro único Dios en donde caben todos los demás.

La ofrenda del pibipollo somos nosotros que fragantes de incienso subimos en columnas de ondulante humo al corazón de nuestros dioses. El agua y el chocolate son nuestras lágrimas transparentes y cristalinas como el agua pura de los cenotes que derramamos en nuestra travesía por el mundo oscuro de Xibalbá para vencer a Ah Puch o Chac Mitum Ahau que significa “Gran pudrición Universal”.

Las frutas y las velas y veladoras son nuestra esposa y nuestros hijos por los que a diario luchamos para llenarnos del espíritu de nuestros dioses. Las oraciones son el amor que llena la presencia de nuestro Gran Dios de la pureza y la claridad resplandecientes como las cristalinas gotas de la lluvia y la dulzura de los arco iris y la serenidad de las puestas de sol que se tornan rojizas desde los cuatro palacios de las direcciones de nuestra casa: el universo.

Por eso todas las familias nos reunimos para conmemorar la presencia viva de nuestros muertos que después de batallar y heredarnos una vida limpia y resplandeciente como la primavera están con nosotros haciendo ofrenda a la grandeza de nuestro Gran Dios Hunab Ku, que significa “Un solo Dios”.

DIA DE MUERTOS






A este acontecimiento también se le conoce como Hana’al Pixán. Este día significa más que una tradición, aquí en esta ciudad de Hecelchakan y en sus poblaciones circunvecinas se celebra cada año transmitiéndose de generación en generación.

El primer día de esta celebración es el 31 de octubre cuando se recuerda a todos aquellos niños que no pudieron disfrutar de una vida tan larga y duradera y el 1° de noviembre se recuerda a los adultos que desafortunadamente pasaron de una vida a otra.

En estos días la gente desde muy temprana hora va al mercado a comprar los ingredientes para la comida y para los pibipollos, como los tomates, cebollas, la carne de pollo y puerco, la masa y todo lo necesario, además de las cosas que se necesitan para la mesa como las flores, frutas y dulces.

Las panaderías aquí en Hecelchakan desde la mañana ya exponen sus productos para que la gente adquiera el que es de su gusto y compra el que era el pan preferido del difunto.

El 31 de octubre las personas realizan rezos en honor a los niños difuntos. En la mesa se colocan velas de colores, agua, pan, flores y fruta. En este día se asienta la comida, generalmente puchero, pero es hasta el segundo día cuando se hacen los pibipollos y no podían faltar los dulces de frutas de temporada.

El primer día de noviembre se celebra de la misma forma que el día anterior, se realizan rezos en honor a las personas que murieron en años anteriores. En la mesa se asientan las frutas que abundan por esos meses, puchero o tamales, dulce de frutas como el de calabaza, ciruela y nance, en jícaras o en vasos agua o alguna otra bebida que haya sido del agrado del difunto, pan de muerto, las velas comúnmente blancas, las flores, y no puede faltar la comida principal: los pibipollos.

Algunas personas colocan una vela de más para aquellos difuntos que no se acordaron de ellos. Las velas se utilizan para iluminar el camino de los muertos y al momento de prenderlas se menciona su nombre.

Un tipo de flor que se debe poner es la conocida como Xp’ujuk o flor de muerto. También en algunas casas se acostumbra regar ceniza alrededor de la mesa para que al pasar por allí dejen sus huellas, según dicen a partir del 31 de octubre las almas ya andan libres.

También se realiza la misa de Todos los Santos y muchas personas van al cementerio a limpiar las tumbas y llevarle flores a los difuntos. A los ocho días se realiza el Bix en maya y octava en español en donde se hace lo mismo que los dos días mencionados. A los muertos se les despide el último día del mes de noviembre.

Autora: Selene Yazmín Candelaria Uc Sulub.

EQUINOCCIO







La muerte se entroniza en el invierno,
(llorando permanece un dios herido);
un báculo se yergue con su cuerno
en medio de un gran páramo de olvido.

Pregonan polvorientas calaveras
un tiempo de dolor enmohecido;
murciélagos en grises madrigueras
repiten al chillar: “Estás herido”.

El juego de pelota en este mundo
decide por la muerte o por la vida,
la gloria del amor o el inframundo.

Ah Puch y el sol jaguar luchan de frente,
pretenden el trofeo de la brida
que lleve al equinoccio hacia su fuente.

La luna fosforece con el juego,
tarántulas observan y lechuzas;
el aro de la cancha tiene un ruego
inscrito con cincel: “De qué me acusas”.

Traspasa la pelota el gran anillo,
el hule viene y va por las paredes;
la lucha es una esgrima de tigrillos
buscando cada quien tender sus redes.

El Dios jaguar (el dios herido) suda,
Ah Puch quiere matarlo y mordisquea,
ninguno entre la cueva pide ayuda.

El Dios del pedernal con su cuchillo
prepara el concluir de la pelea
portando un carapacho de armadillo.

Las tuzas y las pálidas hormigas
contemplan si el Tzolkín ha caminado;
no quieren que el reloj con sus espigas
designen la estación del sol dorado.

La lucha por tener el calendario
se torna un sacrificio subterráneo;
heridas sobre heridas sin horario,
quejidos como golpes sobre un cráneo.

Ah Puch como un relámpago de abismo
estalla en Itzamná con furia negra
y ocurre un soberano cataclismo:

Mi gran Dios, Itzamná, siente la muerte,
suspira, como un niño que se alegra,
y Chac Mitum Ahau no es más el fuerte.

Renace el Dios jaguar desde la muerte,
le quita al Dios Ah Puch el gran secreto;
ya nunca nadie más podrá vencerte,
te miran los demonios con respeto.

Al fin el equinoccio tiene nombre,
poema del amor y de la vida:
te llamas Itzamná divino y hombre,
venciste a Xibalbá, mortal herida.

Con nuevo abecedario de serpiente
escribes el final en la memoria
donando un corazón fosforescente.

Deslumbras poderoso nuestra esfera
y el ánfora del tiempo estalla en: “Gloria”,
¡haciendo resurgir la primavera!.
.

TU MADRE



Tu madre se puso contenta.
Desde lo más profundo de sus ojos
brotó su amor.
La comadrona le dijo que serías hembra
cuando te vio colgante del viento panal de avispa
de tu madre.
Tu madre se alegró.
En el borbolleo de su añoranza
revoloteó su silencio.

Ella renacería con tu nacimiento.

A NA’

A na’e kíimakchaj u yol.
ichil u jach taamil u yich
p’och u y’aamaj.
X-alansaj tu ya’laj ti’ leti’ ko’lel ken u síis
le ka tu paaktaj ch’uyukbalech tu paak’ xuuxil
u chun u nak’ a na’.
A na’e kíimakchaj u yol.
ti’ u jach popok’ look u dzíbol
pepekxik’naj u ch’eneknakil.

Leti’e bin jel kaa’ síijik kun síijikech.

Fuente: “Je’ bix k’in” (Como el sol) de Briceida Cuevas Cob (Tepakán), 1998,

RECETAS TRADICIONALES DE HECELCHAKAN






PIBIPOLLO

INGREDIENTES

2 Pollos medianos
1 Kg. de pura de puerco
1 Kg. de manteca
8 Tomates
Apazote
25 Grs. de achiote en grano
El siguiente recado de tamales:
Pimienta
Clavo
Achiote
Pimienta de Tabasco
Orégano
Ajos
Recado rojo
Hojas de plátano suficiente
3 ½ Kgs. de masa
2 Latas de pan
Se utiliza un kilo y medio de masa por cada lata



Corte los pollos y el puerco en presas, cocínelas en un tanto regular de agua. La sal y el recado colorado bien colado. Cuando las carnes estén bien cocidas sáquelas.

Deje que el caldo siga hirviendo, añádale suficiente manteca, punto de sal y medio kilo de masa deshecha en el caldo del guiso si es suficiente, si no en agua puede deshacer la masa, cuélela y agréguela al guiso sin dejar de mover hasta que hierva el kol. Si es de su agrado puede ponerle tomate y apazote picados.

Fría el achiote en grano en suficiente manteca, cuando quede colorada cuélela y ya bien fría revuélvala con la masa, punto de sal y 100 gramos de harina.

Limpie las tiras de hojas, colóquelas en una lata de pan procurando que tenga suficiente hoja para que el kol no se salga. Tortee la masa procurando que no esté gruesa y extienda parejo hasta los lados de la lata. Coloque la carne de pollo y del puerco, añádale suficiente kol, y encima una fritura de tomates, cebolla y apazote picado, tápelo con la masa torteada. Todo el pib se cubre y se tapa con la hoja de plátano. Ornéelo por espacio de 2 horas hasta que estén dorados.


JOROCHITOS DE XCAITAS
CON SUS FLORES

INGREDIENTES

4 Calabazas
2 Manojos de flores de calabaza
1 ½ Kgs. de masa
100 Grs. de manteca
Sal
Chile habanero
3 Limones

Las calabazas son rayadas blancas y verdes.

Las calabazas se lavan bien, se cortan en forma de daditos, se ponen a cocer con 3 tazas de agua junto con las flores, ya que esté a punto de cocido la masa se revuelve con la manteca y su punto de sal, se hacen bolitas de masa y se tortean con la yema de las manos, deben ser chicos para que se cuezan, se fríe un pedazo de cebolla, se le añade a la comida sin dejar de mover hasta que estén bien cocidas las tortillitas.

Se sirve con limones en rodajas y chile habanero.


ATOLE DE MAÍZ TIERNO

INGREDIENTES

1 Kg. de masa de maíz nuevo
¼ De azúcar

La masa se deshace en un tanto regular de agua, se pasa por el colador una y otra vez para que quede bien fino, al gusto de la persona, si lo desea puede ser dulce o con su punto de sal.

Se pone en la candela a cocerse sin dejar de mover.




Fuente: "Comida Tradicional de Hecelchakán" de Doña Alicia Puga Milán, Inédito.

AH PUCH, DIOS DE LA MUERTE




Con una calavera por cabeza, las costillas desnudas (o bien con la carne hinchada y cubierta de marcas negras que evocan la descomposición) y con cascabeles como ornamento, Ah Puch es una deidad malévola, la antítesis de Izamná. Se la asocia con frecuencia con el dios de la guerra y de los sacrificios humanos, y sus constantes compañeros son el perro, el ave Moán y la lechuza, considerados como criaturas de mal agüero y de muerte
También llamado Ah Cimih o Kizin ("El Apestoso"), Yum-Kimil , Hun-ahau. En la mitología maya es el Dios y rey de Xibalbá ,el inframundo, Descrito como un esqueleto o cadáver con un rostro de jaguar (o búho)-adornado-con-campanas.Corresponde al cuarto lugar, por el orden de su representación, al dios de la muerte, que aparece 88 veces en los tres manuscritos. Tiene por cabeza una calavera, muestra las costillas desnudas y proyecciones de la columna vertebral; si su cuerpo está cubierto de carne, ésta se ve hinchada y cubierta de círculos negros que sugieren la descomposición. Accesorios imprescindibles del vestido del Dios de la muerte son sus ornamentos en forma de cascabeles. Estos aparecen algunas veces atados a sus cabellos o a fajas que le ciñen los antebrazos y piernas, pero más a menudo están prendidos de un collar en forma de golilla. Estos cascabeles de todos tamaños, hechos de cobre y a veces de oro, se encontraron en considerables cantidades durante el dragado del Pozo de los sacrificios de Chichén Itzá , se supone que en el lugar donde habían sido arrojados con las víctimas inmoladas. Ah Puch, la antítesis de Itzamná , tiene como él dos jeroglíficos de su nombre, y es, después de éste, la única deidad que se distingue de esta manera. El primero representa la cabeza de un cadáver con los ojos cerrados por la muerte, el segundo la cabeza del dios mismo, con la nariz truncada, mandíbulas descarnadas y como prefijo un cuchillo de pedernal para los sacrificios. Un signo que se encuentra asociado frecuentemente al dios de la muerte es algo parecido a nuestro signo de tanto por ciento %. El dios de la muerte era la deidad patrona del día Cimí, que significa "muerte" en maya.

martes, 4 de noviembre de 2008

TALLER DE PERIODISMO DE INVESTIGACION, LA HABANA, CUBA



Del 22 al 31 de octubre asistí al “Taller de Periodismo de Investigación” impartido por el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí” de la ciudad de La Habana en el hermano país de Cuba donde en compañía de otros 15 periodistas de Argentina, México, Costa Rica, Ecuador y de la propia nación cubana adquirimos la teoría del género de periodismo de investigación que es practicado por un reducido número de periodistas de México y de Latinoamérica.

En sesiones de trabajo de 8:30 de la mañana a 17 hrs. con intermedios para un breve receso y la hora de la comida tomamos los módulos Periodismo de Investigación, Periodismo Interpretativo, Metodología y Taller, asimismo se impartieron las conferencias Identidad cubana y la Educación en Cuba.

Por la capacidad intelectual de los docentes y los contenidos de gran importancia para nosotros las clases se hacían gratas y los días se sucedieron con gran rapidez. En el taller de la tarde cada uno de los periodistas alumnos fue exponiendo un trabajo de investigación personal cuyas temáticas fueron muy diversas y los comentarios del grupo y de los maestros nos proporcionaron un panorama enriquecedor del periodismo de investigación.

Reconozco la motivación, los conocimientos y la capacidad de los maestros cubanos que, al mismo tiempo eran docentes y periodistas de diversos medios de comunicación de su país, nos proporcionaron un conocimiento enriquecedor y un panorama amplio del periodismo de investigación que nos resultará muy útil para nuestra actividad profesional.

Agradezco al presidente municipal del Honorable Ayuntamiento de Hecelchakan, Prof. José Luis Montero Rosado, por invitarme a participar en este taller de periodismo que fue pagado con recursos de la administración municipal, así como al tesorero, Lic, Juan Carlos Herrera Uc por las gestiones realizadas para poder acudir a la Habana a participar en este evento intelectual.

Toda la experiencia adquirida me servirá para realizar con mayor empeño y más dedicación mi labor de Cronista de Hecelchakan, espero que mis artículos periodísticos, mis poemas y mis libros por publicar aporten a la cultura de Hecelchakan el espíritu de nuestro pueblo y que su lectura sea de utilidad y de aprendizaje para los que habitualmente me leen.

LA CULTURA EN CUBA






El Estado cubano tiene entre sus prioridades el fomento de la cultura como manifestación popular y, así, podemos notar que se realizan ferias del libro, concursos de canciones infantiles, promoción de cantantes cubanos, teatro, premios periodísticos y a libros publicados, y una gran variedad de actividades culturales que llegan a la población como una manifestación de entretenimiento, identidad y valores a costos de lo que vale una cocacola en nuestro país.

Los libros cubanos oscilan entre los cinco y doce pesos mexicanos por lo que adquirirlos es un gran placer para los visitantes. El periódico Juventud Rebelde de amplia temática es abordada no sólo con el oficio del periodista, sino con estadísticas y una investigación muy meticulosa que da como resultado un periodismo de calidad. En una de sus ediciones este periódico tenía la frase: “El destino final del periodismo es el libro”, así es como posteriormente son recopilados los trabajos y publicados en un libro.

LA LIBRE AUTODETERMINACION DE LOS PUEBLOS




El pueblo cubano tiene un sistema de Gobierno determinado por una revolución generada en sus entrañas que es muy criticado en otros países. Desde la perspectiva latinoamericana y del mundo los principios de las relaciones internacionales de México de no intervención y el respeto a la libre autodeterminación de los pueblos muestran un alto valor ideológico de lo que somos como nación.

Respetamos las creencias, la cultura, la identidad y los principios que rigen a cada país y, en ese sentido, la próxima revolución que estamos generando en nuestro país no es la de las armas bélicas, sino los principios de valores, el amor, la paz y la fraternidad para regir nuestro destino como el pueblo así lo demanda.

Somos un pueblo noble y pacífico, pero tenemos en nuestra conciencia nacional que, a la falta de respeto y la intervención bélica de donde venga se cumpla la profecía de la estrofa de nuestro himno nacional: “Mas si osare un extraño enemigo profanar con sus plantas tu suelo piensa oh, patria querida que el cielo un soldado en cada hijo te dio”.

Por eso somos respetuosos de los sistemas de Gobierno de las diversas naciones y del destino que quiere Cuba para su pueblo.

LA PAPAYA MARADOL: MAR DE MARIA Y ADOL DE ADOLFO



Las altísimas plantas de mamey y aguacate sienten sus dedos al arrancarles el rebrote para el próximo injerto, el suelo abierto recibe la semilla; la mula aún aparejada se mueve con el peso del jinete y los cafetos gotean el grano rojo que saboreamos con su historia, justo al borde de una de las tantas arboledas que plantó.

Su sueño había parido la promesa que le hizo a su amada María: “Te regalaré el fruto más sabroso, el más dulce y delicioso de todos “. La papaya Maradol era la evidencia de que sus desvelos y esfuerzos no habían sido en balde. Más de 14 años colectando polen, eliminando plantas, dejando las ideales y haciendo los cruzamientos habían fructificado. María Nodals –su inseparable compañera-, lo ayudó en la selección de los caracteres organolépticos y ganó un lugar en el nombre de la nueva variedad de papaya Maradol (Mar de María, Adol de Adolfo).

Damián Adolfo Rodríguez Rivera es el forjador de la variedad de papaya Maradol. Nació en San Diego del Valle, actualmente municipio de Cifuentes, Villa Clara, el 27 de septiembre de 1907. Murió el 12 de mayo del 2004 en Santo Domingo, Villa Clara.
Aprobó cursos de Contabilidad y a los 59 años se graduó de Técnico Agrícola por correspondencia.
Fue Héroe Nacional del Trabajo y Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Obtuvo la orden Lázaro Peña de primer grado, las medallas Fernando Ortiz, Antero Regalado, Marcos Martí, Niceto Pérez y XX Aniversario.
Investigador de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba, vanguardia nacional del Sindicato Agropecuario en numerosas ocasiones, recibió el Hacha de Olguín y Distinción Relevante en el Fórum de Ciencia y Técnica, entre otras.
Fidel Castro lo calificó como científico autodidacto durante el IV Congreso del Partido en 1991. En 1967 fundó el Centro de Mejoramiento de Semillas Agámicas (CEMSA), convertido después en INIVIT.
El próximo 27 de septiembre de 2007 habrá una jornada en su homenaje en Santo Domingo, Villa Clara, y la familia donará al museo de esta ciudad y al de Encrucijada valiosos documentos, fotos, medallas y títulos.

Autora: Periodista Ana Margarita González, La Habana, Cuba.

ENIGMA DE MI FUEGO, POEMAS DE ANIEK ALMEIDA VERGARA (Ciego de Avila, 1981, Cuba)




Poema 1

Quizás la estrella no quiso poseer mi frente;
pero yo la atrapé y le hice incrustar sus puntas en la carne.

Mis manos sangran de romper muros,
derretir mármoles.

Mis ojos, como puño de rosas,
laten sobre una pared de espinas,
y, demorado entre mis labios,
se me torna un monte la raíz del verso.

Poema 2

El cuerpo elogia su escritura:
piernas cruzadas, fino invierno.

¡El cuerpo está divino!
sus ojeras, sus hormigas en el pelo,
la eterna pose y una inscripción
en mármol blanco.

Poema 3

Caer es desprenderse, huir de los vientres,
subirse al barco parpadeante que los surcos,
suaves rectas en el polvo, encienden exquisitamente.
Hay prisa en las paredes de metal que son mis ojos,
por la boca sin rostro, sin peso, sin tiempo.

Trozos de luz retornan a mi lengua
y la sangre de esa paz fluye
con todo el brillo de su pupila.
Quien tuvo su propia forma de caer,
polvo en la posesión, oscuro tentáculo,
expándase.
Yo he muerto al encender la herida.
Nada me salvará de esta nostalgia
por el fruto que asciende, blanco todavía.
Yo, que amé su hálito, en el nombre me postro,
de rodillas, ante cada milagro de mis pies desnudos.

Yo perderé la sombra en el horizonte que miro,
en sus cansancios
que en alas de palomas
al agua crucifican.

Poema 4

Qué paredes alargan los brazos de mi mente,
qué ataduras libran el concierto de estas fiebres,
qué piedras no perduran en las ramas que le ciernen,
qué rosas anochecen por la vida de una tierra,
como carnes que han cedido al condimento de la muerte.

Y qué fuentes, qué selvas, qué océanos se salvan o se pierden,
con la vara de oro que salpica entre mis dientes.
Siendo canto la luz, qué oscuridad no es arpa.
Siendo cuerpo el horror, qué claridad no es verso.

Poema 5

A los dieciséis yo era una sílaba,
sin ojos con que amar lo esquivo,
lo menos verso posible.
(Soñada por la fijeza del párpado,
por esa altivez del párpado y sus ciclones).

Lejos del tacto que protege mi inquietud,
no sé qué ciudad respira allí,
ni qué mar se evapora o alumbra.
(Cenizas caen en silencio,
como un manto hondo y cálido,
que es el dolor de las flores cortadas
ya en otra vibración…)

Poema 6

Anoche anduve caminos de nácar,
perfume indiferente, rítmico, férreo olor;
probablemente cuerpo, o filo,
o región para añejar almas suicidas.

Anoche la riqueza era una droga caliente
que huyó con el rocío matinal;
yo no era carne agobiada por sus dagas,
no cerré los párpados ni me rasgué el torso.

Ahora las rosas son cuadradas,
con epitafio, con piel de más.
La inercia castiga esta tierra con sus gemidos
y todo ya es el estruendo angustioso de las almas.

Anoche anduve sin ojos, sin dedos.
Nadie fue mi verso.
Nadie fue mi trueno.
Traigo un surco de vidrios hundidos,
sin la canción que dulcifica ni la palabra que conquista.