sábado, 27 de septiembre de 2008

CRISTO DE LA SALUD EN SAN ROMAN


El Cristo de la Salud preserva el bienestar espiritual y las dolencias del organismo, llena la vida espiritual de los habitantes de la Sabana del Descanso y es el Hijo de Dios que consagra los olivos, las palmas, el grano de mostaza, el pan, el trigo, las uvas y el vino.
Es el santo patrono de Hecelchakán que en esta ocasión acudió al altar del Cristo Negro de la capilla de San Román para compartir sus virtudes de sanar la lepra de las enfermedades actuales, a los paralíticos que tienen los pies en la pornografía y la inmoralidad, a los ciegos que necesitan los resplandores del amanecer y a los sordos y mudos que no escuchan el amor de las palabras de sus padres.
El viernes 19 de septiembre salió de la iglesia San Francisco de Asís de esta ciudad a bordo de una camioneta de redilas y llegar a la iglesia de San Román en la ciudad de Campeche.
Los creyentes y llenos de la vitalidad de participar del amor del Cristo asistieron a venerarlo y rendirle pleitesía. Afuera la Feria en honor del Cristo negro se manifestaba con la alegría y la diversión de los juegos mecánicos y los puestos de venta de diversos artículos y antojitos. La noche de septiembre permitía ver las estrellas y la luna, y la vorágine de la diversión se reflejaba en la piel y las risas de los campechanos.
El domingo 21 retornó a su casa de paz el Cristo de la Salud con la recepción de los devotos hecelchakanenses. En reciprocidad a su visita a Campeche el Cristo negro de San Román llegará a saludar nuestra ciudad en los festejos de la Feria Hecelchakán 2008 en honor al Cristo de la Salud. Esta peregrinación se realizó gracias a la buena voluntad del presbítero Martín Mena Carrillo.
No sabemos el origen del Cristo de la Salud, pero desde el siglo XVII privilegia la salud del alma y libera de la enfermedad a los fieles devotos de Hecelchakán.

OTORGAN "VOZ DEL CUADRANTE"


Por su trayectoria y contribución al periodismo deportivo, Luis Alfonso Angulo Hernández recibió la presea “Voz del cuadrante Alejandro Casanova Brito”, otorgado por la Escuela de Ciencias de la Comunicación del Instituto Campechano.
Ante alumnos del quinto semestre, el director general Ramón Félix Santini Pech, entregó el reconocimiento.
Angulo Hernández ha tenido una reconocida carrera en la crónica deportiva, es personaje y maestro cronista por afición y fanático de los Diablos Rojos del México, aunque durante muchos años narró con emoción y sentimiento los juegos de los Piratas de Campeche.
Nació el 11 de febrero de 1943 en Hecelchakán, tiene actualmente 65 años de edad y su incursión como cronista deportivo comenzó en el año 1983.
Su primera narración oficial en la Liga Mexicana de Béisbol fue durante el partido entre Piratas de Campeche y Plataneros de Tabasco, teniendo como compañero al comentarista yucateco Javier Peña Palomo.
Fuente: Periódico “Tribuna”, de Campeche, viernes 19 de septiembre de 2008.

EL DEPORTISTA


Traspasa la pelota el gran anillo,
el hule viene y va por las paredes;
la lucha es una esgrima de tigrillos
buscando cada quien tender sus redes.

El Deportista de Hecelchakán es el guerrero bajo el sol conjugando músculo, libertad, idea y convicción.
Tiene un solo afán: combatir la adversidad, ponerle yugo al cansancio y en el momento en que decae el ánimo suspirar y como un águila desafiar al viento, enjaular el “ya no puedo” y con más ahínco arrebatar el triunfo y exclamar con el fuego dentro del alma: ¡victoria!.
Ser deportista es escalar la cumbre de la proeza, vencer el desafío, sentir que explota el sol entre las venas y proclamar: ¡poderoso!.
El deportista no sucumbe a la derrota, la deja en el olvido, el deportista abre cauce: un destino de amar la luz de la victoria y convertir la sombra de la derrota en un “volveré a intentarlo”.
El deportista es artista, martillo y yunque: da pincelazos de un cometa y con el martillo de su corazón modela sobre el yunque de la cancha la voluntad y convicción que forjan a un ser humano con ímpetu, inteligencia y sudor.
El deportista nunca dice estoy triste, es fiero, es la ola erosionando el acantilado, es el jaguar en medio de la noche saltando sobre su presa que es el triunfo del amanecer.
El deportista es una flecha que va y va con alegría, armado con su escudo de habilidades y su lanza de combate a su destino: el trofeo del alma fraguado bajo el sol.

LA XTABAY


El arco tenso impulsó la flecha,
voló en el aire la luz del trueno,
aquél venado macho salvaje
sintió la muerte morder su pecho.

Cayó sangrante sobre la hierba,
sus ojos negros quedaron blancos,
quedó marchito, Canek dormido,
quedó sin alma, quedó sin vida.

Los grillos fueron testigos mudos,
brillan los astros y los cocayes,
las sombras, duendes, lo cubren todo,
el viento pasa, cuánto silencio. . .

Cargo el venado sobre mis hombros
y vuelvo a casa, las hojas secas
ruidosas crujen bajo mis plantas,
camino solo, la noche es tibia.

Son bellas todas las construcciones
que se levantan sobre mi pueblo,
ya veo el templo de la serpiente
que se perfila contra la noche.

Oigo pisadas por el camino,
una silueta veo a lo lejos,
del pueblo viene. ¿Será un amante? ,
¿será un viajero o un alma en pena? .

Es Uinic Xiu ¿Por qué lleva flores? .
Seguramente Lucero Claro
lo está esperando cerca del monte.
¿Por qué detiene su andar? , ¿qué mira? .

Uinic Xiu parece impresionado,
¿Por qué está pálido su rostro?,
¿qué estarán sus ojos contemplando?,
¿por qué tiembla si hoy es primavera?,

¿ Quién gime con lánguida tristeza
y solloza igual que una paloma? ,
¿la lechuza me estará aguerando? ,
¿será un perro que llora por su amo? .

¡Es la xtabay quien está llorando!
Bajo la ceiba desnuda implora,
quiere consuelo y un pecho busca
que la cobije de su tristeza.

Sus ojos brillan como cocayes,
sus labios rojos son florecitas,
su pelo largo parecen olas
que se resbalan sobre su espalda.

Ah, son sus pechos panales tiernos,
su cuerpo erótico es de princesa;
ah, sus caderas, mundos de lumbre
cimbran al mundo con sus abejas.

No llores mariposa nocturna,
tus lamentos me hieren el alma,
eres oh, bella como una estrella,
tus tristes lágrimas me acongojan.

Refúgiate en mis brazos fuertes
y cuéntame tus amargas penas,
con mis besos calmaré tu angustia,
mis caricias te darán consuelo.

Ella no habló, nomás sonreía
provocativa, sensual, ardiente.
Se daba toda. La luna llena
filtró sus rayos, pintó la escena.

Su cuerpo joven era un banquete,
su piel lozana era un lirio nácar;
eran sus pechos dos zaramullos.
Para mí quiero ese huerto frágil.

De esa venada quiero ser dueño,
quiero el perfume de la azucena
y comer aquellos zaramullos
y probar las mieles de aquel cuerpo.

Hechicera su dulce sonrisa,
incitante su gesto coqueto
y voló el colibrí subyugado
en pos de la flor bella y salvaje.

La Xtabay tendió su mano frágil.
Uinic Xiu tomó la luz florida.
Se ocultó la luna en una nube,
se volvió la noche de obsidiana.

La nube oscura ya va pasando,
se prende el astro de las mujeres,
el oro cae sobre el paraje
¡No hay nadie bajo la inmensa ceiba!.

¿Se habrán marchado? No escucho voces.
Quietud y calma, ¿ Qué habrá pasado?
¡Uinic Xiu dónde estás, quiero verte!,
¡respóndeme Uinic Xiu!... silencio.

Nunca más ojos lo contemplaron.
Lucero Claro lo está esperando,
su ausencia llora desconsolada.
¡Quién sabe a dónde se encuentra ahora!.

Quizás ya duerma su sueño eterno
bajo la inmensa ceiba sagrada;
tal vez suspire en la madrugada

entre los brazos de ella... ¡quién sabe!.

Y NO TE COMPADECERAS



Líbrame, oh Jehová, del hombre malo,
guárdame de hombres violentos,
los cuales maquinan males en el corazón,
cada día urden contiendas. Aguzaron
su lengua como la serpiente, veneno de
áspid hay debajo de sus labios.

Salmo 140

En 1993, cuando tenía 18 años, José Ernesto Medellín Rojas secuestró, violó y asesinó a Elizabeth Peña de 16 años y a Jennifer Ertman de 14. En 1994 fue sentenciado en el Estado de Texas a la pena de muerte por inyección letal.
En esa misma situación están otros 50 mexicanos, originarios de Michoacán, repartidos en una docena de Estados de la Unión Americana, principalmente California y Texas. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México intervino en el proceso y comprobó que cuando los mexicanos fueron arrestados no se les informó de su derecho a comunicarse y ser asistidos por oficiales consulares de México.
Después de haber agotado todas las instancias y procedimientos jurídicos, la cancillería mexicana llevó el caso a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Holanda, que en 2004 emitió una resolución que establece que Estados Unidos violó la Convención de Viena de 1963 al no informar a los delincuentes que sin demora tras su detención tenían derecho a comunicarse y ser asistidos por oficiales consulares mexicanos.
El presidente George W. Bush, quien durante sus años de gobernador de Texas (1995-2000), firmó 152 ejecuciones, respaldó la decisión de La Haya de que se había contravenido la Convención de Viena y ordenó a los Estados donde están encarcelados los mexicanos que acaten la decisión del tribunal internacional.
La Casa Blanca argumentó que no acatar el dictamen violaría su compromiso con leyes internacionales y perjudicaría la imagen de Estados Unidos en el mundo. Texas se rebeló a esta exhortación y llevó el caso a la Corte Suprema de EU que falló el 25 de marzo de 2008 estableciendo que el Estado de Texas no tiene que celebrar un nuevo juicio al mexicano José Ernesto Medellín Rojas, ratificando su condena a la pena capital.
Dictaminó que el presidente Bush no tiene autoridad para ordenar una nueva audiencia al preso mexicano. El presidente del Tribunal Superior de Justicia de EU, John Roberts, argumenta que el dictamen de La Haya aplica a la justicia federal, pero no a los Estados de la Unión Americana. La Corte de Apelaciones Criminales de Texas falló a favor de las autoridades estatales y emitió un dictamen para invalidar la petición del presidente Bush.
La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, dijo que el Gobierno de Bush “está decepcionado” con el resultado, pero lo acepta y lo acatará. Texas lleva la delantera en ejecuciones con 405 muertos por inyección letal desde que se instauró la pena de muerte en 1982.
Actualmente Medellín Rojas continúa con vida debido a las presiones de la cancillería mexicana y de otros países que forman parte de la ONU, y respaldan la resolución de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. El fallo de este órgano judicial de la ONU sienta una jurisprudencia internacional que debe ser cumplida como establece la Carta de las Naciones Unidas en su primera fracción del articulo 94: “Cada miembro de la ONU se compromete a cumplir la decisión de la Corte Internacional de Justicia en todo litigio en que sea parte”.
La sentencia de pena de muerte no se ha cumplido, porque ha prevalecido el principio de respeto a la vida, y el sentimiento de perdón en el género humano, que es más grande que todo el odio que se pudiera albergar por el dolor provocado por los delincuentes, sin embargo no por eso dejamos de pensar que en los delitos de estupro, violación, secuestro, asesinato, pederastia, narcotráfico, incesto de padres con hijos y robo de grandes sumas de dinero, no se debe tener clemencia y aplicar con firmeza el principio del Dios de Israel “ojo por ojo y diente por diente”.
Los sistemas judiciales de Estados Unidos y México son diferentes, y en cada uno prevalece el juicio, a través de sus órganos judiciales, hasta donde el pueblo así lo reclama. Aunque el caso de este mexicano está defendido por las vociferaciones internacionales, no por eso deja de ser culpable de secuestro, violación y asesinato.
Entendemos el clamor de las naciones, pero también compartimos el dolor de las familias afectadas, porque el criminal tiene conciencia de lo que está haciendo. No es el anhelo de los mexicanos la sentencia de pena de muerte, pero no por eso dejo de pensar que los criminales deben de ser juzgados con la espada de Jehová, el Dios de la justicia hebrea: “Y no te compadecerás: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie”.

lunes, 15 de septiembre de 2008

PROCLAMO LA BELLEZA NATIVA

ART. 11 Los pueblos indígenas tienen
derecho a practicar sus ceremonias
religiosas en sus comunidades, en las
zonas arqueológicas del Estado o en
los lugares apropiados para ello, de
acuerdo a las leyes aplicables. Las
autoridades estatales y municipales
coadyuvarán a la realización de dichas
ceremonias.

Ley de Derechos, Cultura y Organización
de los Pueblos Indígenas del Estado
de Campeche.

Tengo el sol del oriente y el crepúsculo del poniente en la ofrenda de mi alma; tengo la serpiente del dolor arrullada en mis manos y el quetzal de la vida suspira en mis ramas celestes.
De mi palabra han abrevado muchos y dejo una estela que será el sacbeh de las nuevas generaciones por donde irán a hacer ofrenda en nuestros centros ceremoniales de Jaina e Xcalumkín al espíritu del sol, el sagrado Hunab Ku: el nombre que está grabado con poesía en el corazón de mi pueblo que va naciendo.
Yo soy el indio, el que amaneció de pronto en esta tierra y liberó de la obsidiana la palabra amor.
Nunca más la oscuridad tendrá aposento en esta tierra sagrada. La claridad y el glifo de jade se ha vuelto a enseñorear de lo que es nuestro.
Suspiren hijos del jaguar, flores de poesía y nardo, chispas del sol sonrientes. El indio blande su pedernal de guerra y proclama a la estrella de la mañana que nunca más la hiel de los batracios incendiará la paloma de nuestro corazón; que nunca más el zángano de otras colmenas levantará su cetro aquí.
Yo soy el indio y tengo el glifo del amor encendido en el árbol de mi espíritu dando frutos de versos y más versos que hacen bien a nuestro Dios.
Proclamo la belleza nativa, el símbolo de la serpiente y la furia del jaguar, porque de ellos estoy hecho, y mi emblema es la pluma que escribe en cada sentimiento la palabra más sagrada: el amor.

TE AMO

Me gustas
cuando pasas en la tarde con tu olor a libertad,
con tu pelo que parecen colibríes verdeluz;
de tu imagen las gaviotas se apoderan al volar
y caminas con la magia del crepúsculo y del sol.

Comprendo
que al mirarte como luz de luna es sólo mi ilusión.
Es mi sueño tu sonrisa y los sonidos de tu voz;
nada tengo porque adorna mi canción la soledad,
todo habita en el verano de tu dulce corazón.

Pareces
arcoiris y esperanza, sentimiento y manantial
y quisiera que me dieras las orquídeas de tu piel.
En mi alma silenciosa llueve luz de inspiración
porque siento la ternura si me ves como una flor.

Te quiero
porque vivo entre mis sombras que presagian el amor
y me oculto cuando lloro como lluvia nocturnal.
Mis nostalgias de tus ojos ilusionan una luz
y si quieres ,de mi vida, compartir el porvenir.

Te amo
con el grato aroma de las azucenas y del mar,
con mis horas infinitas de ternura para ti,
con el vuelo de palomas que me enseñan el amor,
con mi vida como un ramo de violetas a tus pies.

Te amo
con la fuerza de una selva arrodillada de dolor,
conversándote mi tiempo, lo que creo y lo que soy:
un gran bosque y un poema, una lágrima y un sol,
un relámpago de vida que te ofrece adoración.

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La violencia intrafamiliar es un estigma de las sociedades modernas, es una herida que degrada al género humano. Hoy, con más frecuencia la familia vive con el tormento del daño físico y psicológico causado al interior de los hogares.
El flagelo de los gritos y los golpes a los niños y las mujeres deja un desconcierto dramático que perdura a lo largo de la vida. Se lesiona la vida familiar y repercute en la sociedad como un fenómeno desolador.
Atajemos este estigma social enseñando el amor dentro de nuestros hogares, digámosle no a la violencia sobre las esposas y los hijos, enarbolemos el humanismo propio de la esencia del hombre para mitigar y erradicar esta estela de violencia indigna.
Muchas son las causas de este contexto: la opresión a las clases más desprotegidas, la miseria y la marginación, la decadencia de los valores eclesiásticos y familiares y, aunque muchos no lo crean, también el demonio de la muerte influye en el surgimiento de este dantesco drama.
Horroriza creer que a seres angelicales como la mujer y los niños se le pueda levantar la mano, que la crueldad insensata les infiera heridas psicológicas y del cuerpo, y que este fenómeno se agudice más cada día.
Pongamos de nuestra parte la fuerza del amor para preservar los valores familiares y así contribuir para que este fenómeno no se propague. Seamos el ejemplo para concientizar a quienes lo padecen, ahuyentemos la degradación de los valores del ser humano y dignifiquemos lo que somos: espíritu de vida, amor, sentimiento de bienestar y presencia de paz, para erradicar la violencia intrafamiliar.
En la actualidad hay organismos públicos y privados que se ocupan de luchar contra esta condición en las familias. De ser necesario acudamos a ellos con valor y determinación, conscientes de que pueden ayudarnos a sobreponernos de esta situación maléfica.
Inculquemos en nuestros hijos el amor y no el odio, el respeto y no la envidia, la verdad y no la mentira. Empecemos por nosotros mismos y nuestras familias. Sembremos la serenidad de nuestras ideas para que cosechemos un presente y un futuro siempre digno y de amor para nuestros hogares.
Repudiemos la violencia y miremos como el amanecer de nuestra presencia en el mundo la felicidad. Escribamos y gritemos esta palabra: FELICIDAD, porque es nuestra meta, porque es el valle sagrado que nos espera en nuestros corazones si ponemos al amor como el valor supremo que conduzca nuestras metas.
Digamos no a la violencia intrafamiliar, no a la espada que envilece y remontémonos a la grandeza del género humano con tres palabras: AMOR, RESPETO Y PAZ.