Llegó un señor al ejido y vio una casa que estaba en venta. Toda la comunidad decía que estaba embrujada, porque allí habían acontecido hechos trágicos, sin embargo la compró. Esa noche que durmió allí sintió que algo le caminaba en el pecho y se despertó, vio que era un ratón y lo echó con la mano; entrada la profundidad de la noche lo volvió a sentir y echó de nuevo al ratón, a la tercera vez dijo:
-Este chingado ratón me está molestando, lo voy a matar.
Se bajó de su hamaca y lo persiguió hasta un hoyo que había en un rincón, empezó a escarbar cuando de pronto se topó con un objeto, “qué será esto”, pensó. Al sacarlo vio que era una olla, le quitó la tapa y vio que estaba llena de monedas de plata. Se le infló la ambición por dentro y se alegró.
Muy presuroso regresó a su pueblo y se lo contó a sus amigos que le dijeron “vamos a comprar un automóvil para ti”, él estuvo de acuerdo y se fueron a Mérida, lo compraron y al regreso se pararon a medio camino donde lo mataron, le quitaron el automóvil y las monedas que le habían quedado.
En la zona del Camino Real también se conoce esta leyenda de hallazgos monetarios. Se dice que si una noche se te aparece una bola de fuego en el fondo del patio, anda hasta ahí, escarba y encontrarás una tinaja con monedas de oro, pero si tienes miedo y te haces acompañar de otra persona al escarbar sólo encontrarás carbón.
TRAICIÓN.- Trabajaba en un rancho donde mi miserable vida que rodaba llegó. Allí conocí a un trabajador que a cada rato estornudaba y todos le hacían burla diciéndole: sancho, sancho, hasta que una tarde que anochecía, después del trabajo, se me acercó y me dijo:
-Oye, por qué cada vez que estornudo me dicen sancho, sancho, qué quiere decir eso.
Yo lo miré con cierto recelo porque dicen que los tabasqueños son muy dados a sacar el arma, machete o lo que tengan a la mano con mucha facilidad.
-¿No te molestas si te lo digo?, le pregunté.
-No, dímelo.
-¿Tienes esposa?.
-Sí, contestó.
-¿Hijos grandes?.
-No, soy recién casado.
-¿Y dónde dejaste a tu esposa?.
-Pues, en la casa que tengo allá en mi pueblo.
-Bueno, te voy a decir por qué te dicen sancho cuando estornudas, es porque si estornudas tu mujer te está traicionando con otro…
No había terminado de hablar cuando se empezó a cambiar de ropa y salió de prisa. Yo dejé de trabajar en ese rancho y pasó cierto tiempo, pero un día que me encontré con el dueño le pregunté de aquel trabajador.
-Sí, regresó y tenía la ropa y las manos manchadas de sangre, y estaba muy alterado. Me pidió que le diera ropa limpia y se fue.
RODARON LAS CABEZAS.- Un comerciante de un pequeño ejido se casó con una muchacha muy atractiva que le ayudaba en los quehaceres de la tienda. Había un hombre que llegaba de otro ejido y le gustó la muchacha, la empezó a seducir, le rogaba y le mostraba el dinero que tenía, porque era muy rico, hasta que ella lo aceptó y se volvieron amantes.
-Fíjate que mañana va a salir mi esposo como a las cinco de la mañana, porque va a trabajar en un terreno que tiene. Estate pendiente para que entres.
Y así ocurrió, el señor se fue, pero en el camino se dio cuenta de que no llevaba su lima y regresó a su casa; al entrar escuchó jadeos y gemidos y creyó que su esposa estaba soñando, abrió muy despacio el cuarto donde dormían y los vio en pleno éxtasis sexual.
Se le encendió la sangre y se acercó, los miró un momento y ellos ni se dieron cuenta. Se llenó de celos malditos y sacó su machete, le cortó la cabeza al hombre y cayó rodando en el suelo. Ella gritó, pero también le cortó la cabeza; las dos cabezas quedaron ahí.
Al otro día una de las vecinas mandó a uno de sus hijos a comprar limones y al llegar a la casa vio las cabezas y corrió hasta su mamá y le contó. Dieron parte a las autoridades, pero el señor ya se había pelado.
¿TIENES FRÍO?.- Conocí a mi amigo, porque llegó a mi comunidad a vivir y después de un tiempo se volvió a ir. Un día decidí ir a visitarlo y llegué a su pueblo, me recibió su esposa y pregunté por él. “No está”, me dijo. Yo le expliqué que era un amigo de hace años y que venía de lejos a visitarlo, pero como no estaba le dije “ya me voy”.
-Quédate. Pasa y siéntate.
-No, porque si llega tu marido me va a encontrar aquí y quién sabe qué me va a pasar.
Ella insistió y entré, me sirvió la comida y me dio mi refresco. Cuando terminé le dije “ya me voy”.
-Quédate, ahí está la hamaca, voy a prender la televisión y vemos películas.
-¿No tienes frío?, me preguntó.
-Sí, le dije.
-¿Por qué no vienes a acostarte conmigo?.
-No, qué tal si llega tu marido.
- No va a venir.
Me quedé dormido y como a las 12 de la noche me volvió a llamar:
-¿No tienes frío?, vente a acostar conmigo.
Hice como que estaba durmiendo y empecé a roncar, a las cuatro de la mañana me quité. “Ya me voy”, le dije.
-Creo que no eres hombre.
-Di lo que quieras.
Al irme reflexioné: “él es mi amigo, yo también soy campesino y sé cómo se gana el dinero bajo el sol, esas viejas nomás reciben el dinero y no saben cómo se gana”.
CREO EN TI.- Creo en el Dios de la poesía que es el Dios del amor y la alegría, los demás son dioses de alfabetos huraños y de amores de palabras carcomidas por la polilla.
Creo en ti orfebre santo creador del universo, artesano de mi vida, de la luz y del amor. Creo en ti orfebre santo tejedor del mar y el cielo, arquitecto de los peces, de las aves y de mí.
Me fraguaste con ternura en el yunque de la vida y me diste las estrellas, el amor y el universo. Me forjaste con arena fecundada por la lluvia y pusiste un arco iris en la paz de mi conciencia.
Tus palabras son parvadas de sinfónicos sinsontes que me guían con su canto al santuario de tu amor. Voy a ti enamorada, voy al sol de tu presencia a ofrendarte mi plegaria, a decirte: creo en ti.
AMOR.- Creo en el amor de momentos sagrados que son para siempre. Los amores desechables son de los brutos que no conocen la lucha, siempre la lucha para ser uno mismo lleno de luz, de identidad y así obtener la victoria con el amor de dar y siempre dar.
Llueve, ríes, caminamos y suspiran nuestras almas cuando arrecia la ilusión. Truena, tiemblas, nos miramos y tu mundo de ternura se acurruca junto a mí.
Nuestros pasos en otoño no quisieran terminar, cada gota es una historia para siempre recordar. El relámpago y tu risa, las campanas y tu voz, cada niño y cada charco, la fragancia y el color.
Tengo todo: golondrinas, tu mirada, el arco iris y la fuerza que me das. En el aire se respiran humedad y libertad, el aroma de la vida que nos quiere acompañar, porque somos ave y nido compartiendo pan y sol, esperanzas y suspiros por amor, tan solo amor.
NUESTRO BAILE.- Ahora que están de moda los bailes modernos en que se convulsionan como cólicos menstruales, sigo creyendo en el baile tradicional de la cumbia y de la música romántica.
Felices nuestras almas se desplazan girando lentamente enamoradas, parece que bailamos sobre estrellas fragantes como pétalos azules. La noche tiene abierto su paraguas de calma, plenilunio y mes de agosto, parece que un millón de golondrinas están alrededor de nuestro baile.
El mundo somos dos en un abrazo de besos, sentimientos y palomas, tenemos de la vida sus aromas y toda la alegría a cada paso. Tus ojos, la ciudad y tu sonrisa, el viento, los colores y tus manos son rosas fabricadas con veranos oliendo a libertad como la brisa.
La noche se destinta poco a poco y cantan los primeros ruiseñores, parece que las horas a tu lado se van como un relámpago de otoño. Techados por la aurora caminamos, bosteza la ciudad, sonríe el mundo; parece que la vida es una casa que abriga para siempre nuestras almas.
BIKINI AZUL.- “De pronto flash la chica del bikini azul, de pronto flash la chica del bikini azul…”. Esta cancioncilla me hizo pensar en la arena, las olas, el sol y la brisa. Ahora que el calor no mitiga estaría bien un paseo a Playa Bonita para disfrutar el pescado frito, la carne asada y los camarones, unas cuantas cervezas y como paisaje, en el horizonte una lancha pescadora.
Pero si el presupuesto no alcanza, de todos modos también es bueno alquilar aquí en Hecelchakán una piscina o un estanque de agua, pero recién llenada para saborear los camarones empanizados, el chicharrón y la coca cola. Quizás sueñes con Hawai, o en Río de Janeiro con sus mujeres en bikinis llamados “hilo dental”, pero está demasiado lejos, claro que si tienes tus milloncitos ahorrados te puedes aventar.
La verdad, aquí en Hecelchakán y en el estanque se está muy bien y toda la familia ríe. Con una cerveza y un pescado frito tienes al mundo a tus pies. La veleta gira y sigue echando agua, el sol se pondrá más tarde. En la grabadora se escuchan Maná, Shakira y Julieta Venegas llenando el ambiente. Mañana es domingo. Se me pegó esa tonadilla “…de pronto flash la chica del bikini azul…”.
¿QUIEN SERÁ?.- Uno de los personajes de la emancipación política refleja en su rostro perversión y depravación absoluta como si hubiera copulado con Satanás para obtener las riquezas y el poder político.
Artículo con Derechos Reservados. Fotografía de buscakiwi.com. y shutterstock.com.
-Este chingado ratón me está molestando, lo voy a matar.
Se bajó de su hamaca y lo persiguió hasta un hoyo que había en un rincón, empezó a escarbar cuando de pronto se topó con un objeto, “qué será esto”, pensó. Al sacarlo vio que era una olla, le quitó la tapa y vio que estaba llena de monedas de plata. Se le infló la ambición por dentro y se alegró.
Muy presuroso regresó a su pueblo y se lo contó a sus amigos que le dijeron “vamos a comprar un automóvil para ti”, él estuvo de acuerdo y se fueron a Mérida, lo compraron y al regreso se pararon a medio camino donde lo mataron, le quitaron el automóvil y las monedas que le habían quedado.
En la zona del Camino Real también se conoce esta leyenda de hallazgos monetarios. Se dice que si una noche se te aparece una bola de fuego en el fondo del patio, anda hasta ahí, escarba y encontrarás una tinaja con monedas de oro, pero si tienes miedo y te haces acompañar de otra persona al escarbar sólo encontrarás carbón.
TRAICIÓN.- Trabajaba en un rancho donde mi miserable vida que rodaba llegó. Allí conocí a un trabajador que a cada rato estornudaba y todos le hacían burla diciéndole: sancho, sancho, hasta que una tarde que anochecía, después del trabajo, se me acercó y me dijo:
-Oye, por qué cada vez que estornudo me dicen sancho, sancho, qué quiere decir eso.
Yo lo miré con cierto recelo porque dicen que los tabasqueños son muy dados a sacar el arma, machete o lo que tengan a la mano con mucha facilidad.
-¿No te molestas si te lo digo?, le pregunté.
-No, dímelo.
-¿Tienes esposa?.
-Sí, contestó.
-¿Hijos grandes?.
-No, soy recién casado.
-¿Y dónde dejaste a tu esposa?.
-Pues, en la casa que tengo allá en mi pueblo.
-Bueno, te voy a decir por qué te dicen sancho cuando estornudas, es porque si estornudas tu mujer te está traicionando con otro…
No había terminado de hablar cuando se empezó a cambiar de ropa y salió de prisa. Yo dejé de trabajar en ese rancho y pasó cierto tiempo, pero un día que me encontré con el dueño le pregunté de aquel trabajador.
-Sí, regresó y tenía la ropa y las manos manchadas de sangre, y estaba muy alterado. Me pidió que le diera ropa limpia y se fue.
RODARON LAS CABEZAS.- Un comerciante de un pequeño ejido se casó con una muchacha muy atractiva que le ayudaba en los quehaceres de la tienda. Había un hombre que llegaba de otro ejido y le gustó la muchacha, la empezó a seducir, le rogaba y le mostraba el dinero que tenía, porque era muy rico, hasta que ella lo aceptó y se volvieron amantes.
-Fíjate que mañana va a salir mi esposo como a las cinco de la mañana, porque va a trabajar en un terreno que tiene. Estate pendiente para que entres.
Y así ocurrió, el señor se fue, pero en el camino se dio cuenta de que no llevaba su lima y regresó a su casa; al entrar escuchó jadeos y gemidos y creyó que su esposa estaba soñando, abrió muy despacio el cuarto donde dormían y los vio en pleno éxtasis sexual.
Se le encendió la sangre y se acercó, los miró un momento y ellos ni se dieron cuenta. Se llenó de celos malditos y sacó su machete, le cortó la cabeza al hombre y cayó rodando en el suelo. Ella gritó, pero también le cortó la cabeza; las dos cabezas quedaron ahí.
Al otro día una de las vecinas mandó a uno de sus hijos a comprar limones y al llegar a la casa vio las cabezas y corrió hasta su mamá y le contó. Dieron parte a las autoridades, pero el señor ya se había pelado.
¿TIENES FRÍO?.- Conocí a mi amigo, porque llegó a mi comunidad a vivir y después de un tiempo se volvió a ir. Un día decidí ir a visitarlo y llegué a su pueblo, me recibió su esposa y pregunté por él. “No está”, me dijo. Yo le expliqué que era un amigo de hace años y que venía de lejos a visitarlo, pero como no estaba le dije “ya me voy”.
-Quédate. Pasa y siéntate.
-No, porque si llega tu marido me va a encontrar aquí y quién sabe qué me va a pasar.
Ella insistió y entré, me sirvió la comida y me dio mi refresco. Cuando terminé le dije “ya me voy”.
-Quédate, ahí está la hamaca, voy a prender la televisión y vemos películas.
-¿No tienes frío?, me preguntó.
-Sí, le dije.
-¿Por qué no vienes a acostarte conmigo?.
-No, qué tal si llega tu marido.
- No va a venir.
Me quedé dormido y como a las 12 de la noche me volvió a llamar:
-¿No tienes frío?, vente a acostar conmigo.
Hice como que estaba durmiendo y empecé a roncar, a las cuatro de la mañana me quité. “Ya me voy”, le dije.
-Creo que no eres hombre.
-Di lo que quieras.
Al irme reflexioné: “él es mi amigo, yo también soy campesino y sé cómo se gana el dinero bajo el sol, esas viejas nomás reciben el dinero y no saben cómo se gana”.
CREO EN TI.- Creo en el Dios de la poesía que es el Dios del amor y la alegría, los demás son dioses de alfabetos huraños y de amores de palabras carcomidas por la polilla.
Creo en ti orfebre santo creador del universo, artesano de mi vida, de la luz y del amor. Creo en ti orfebre santo tejedor del mar y el cielo, arquitecto de los peces, de las aves y de mí.
Me fraguaste con ternura en el yunque de la vida y me diste las estrellas, el amor y el universo. Me forjaste con arena fecundada por la lluvia y pusiste un arco iris en la paz de mi conciencia.
Tus palabras son parvadas de sinfónicos sinsontes que me guían con su canto al santuario de tu amor. Voy a ti enamorada, voy al sol de tu presencia a ofrendarte mi plegaria, a decirte: creo en ti.
AMOR.- Creo en el amor de momentos sagrados que son para siempre. Los amores desechables son de los brutos que no conocen la lucha, siempre la lucha para ser uno mismo lleno de luz, de identidad y así obtener la victoria con el amor de dar y siempre dar.
Llueve, ríes, caminamos y suspiran nuestras almas cuando arrecia la ilusión. Truena, tiemblas, nos miramos y tu mundo de ternura se acurruca junto a mí.
Nuestros pasos en otoño no quisieran terminar, cada gota es una historia para siempre recordar. El relámpago y tu risa, las campanas y tu voz, cada niño y cada charco, la fragancia y el color.
Tengo todo: golondrinas, tu mirada, el arco iris y la fuerza que me das. En el aire se respiran humedad y libertad, el aroma de la vida que nos quiere acompañar, porque somos ave y nido compartiendo pan y sol, esperanzas y suspiros por amor, tan solo amor.
NUESTRO BAILE.- Ahora que están de moda los bailes modernos en que se convulsionan como cólicos menstruales, sigo creyendo en el baile tradicional de la cumbia y de la música romántica.
Felices nuestras almas se desplazan girando lentamente enamoradas, parece que bailamos sobre estrellas fragantes como pétalos azules. La noche tiene abierto su paraguas de calma, plenilunio y mes de agosto, parece que un millón de golondrinas están alrededor de nuestro baile.
El mundo somos dos en un abrazo de besos, sentimientos y palomas, tenemos de la vida sus aromas y toda la alegría a cada paso. Tus ojos, la ciudad y tu sonrisa, el viento, los colores y tus manos son rosas fabricadas con veranos oliendo a libertad como la brisa.
La noche se destinta poco a poco y cantan los primeros ruiseñores, parece que las horas a tu lado se van como un relámpago de otoño. Techados por la aurora caminamos, bosteza la ciudad, sonríe el mundo; parece que la vida es una casa que abriga para siempre nuestras almas.
BIKINI AZUL.- “De pronto flash la chica del bikini azul, de pronto flash la chica del bikini azul…”. Esta cancioncilla me hizo pensar en la arena, las olas, el sol y la brisa. Ahora que el calor no mitiga estaría bien un paseo a Playa Bonita para disfrutar el pescado frito, la carne asada y los camarones, unas cuantas cervezas y como paisaje, en el horizonte una lancha pescadora.
Pero si el presupuesto no alcanza, de todos modos también es bueno alquilar aquí en Hecelchakán una piscina o un estanque de agua, pero recién llenada para saborear los camarones empanizados, el chicharrón y la coca cola. Quizás sueñes con Hawai, o en Río de Janeiro con sus mujeres en bikinis llamados “hilo dental”, pero está demasiado lejos, claro que si tienes tus milloncitos ahorrados te puedes aventar.
La verdad, aquí en Hecelchakán y en el estanque se está muy bien y toda la familia ríe. Con una cerveza y un pescado frito tienes al mundo a tus pies. La veleta gira y sigue echando agua, el sol se pondrá más tarde. En la grabadora se escuchan Maná, Shakira y Julieta Venegas llenando el ambiente. Mañana es domingo. Se me pegó esa tonadilla “…de pronto flash la chica del bikini azul…”.
¿QUIEN SERÁ?.- Uno de los personajes de la emancipación política refleja en su rostro perversión y depravación absoluta como si hubiera copulado con Satanás para obtener las riquezas y el poder político.
Artículo con Derechos Reservados. Fotografía de buscakiwi.com. y shutterstock.com.
No hay comentarios:
Publicar un comentario